La muerte de los artistas


¿Cuánto mis cascabeles tendré que sacudir
Y besarte la frente, triste caricatura?
Para dar en el blanco, de mística virtud,
Mi carcaj, ¿cuántas flechas habrá de malgastar?

En fintas sutilísimas nuestra alma gastaremos,
Y más de un bastidor hemos de destruir,
Antes de contemplar la acabada Criatura
Cuyo infernal deseo nos colma de sollozos.

Hay algunos que nunca conocieron a su ídolo,
Escultores malditos que el oprobio marcó,
Que se golpean con saña en el pecho y la frente,

Sin más que una esperanza, !Capitolio sombrío!
Que la Muerte, cerniéndose como sol renovado,
Logrará, al fin, que estallen las flores de su mente.

CHARLES BAUDELAIRE.

jueves, 30 de junio de 2011

Árbol de la vida

Las figuras que emanan de sus  mesclas  multicolor  adoptan magnitudes fantásticas, logrando acordes entre la marcha creativa y el reconocimiento de sus componentes. La perspectiva se altera para recrear ambientes  figuradamente inmóviles que forzan  a los personajes a situarse y distribuirse en  primer plano del lienzo, el  paisaje dispone de cielos azulados, verdosos o cobres escasamente elaborados; varias capas pictóricas alcanzan la calidad requerida, en sus  composiciones creativas  se advierte armonía y equilibrio entre forma y color.

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